El término bullying o matoneo se refiere a las constantes agresiones físicas, verbales y o psicológicas de la que es víctima un estudiante por parte de sus compañeros con el fin de hacerlo sentir intimidado, rechazado, despreciado o amenazado. Las redes sociales han facilitado que el bullying trascienda el ámbito escolar propiciando la aparición de otra modalidad denominada Cyberbullying que se refiere a agresiones de manera virtual entre niños, niñas Y adolescentes. Aunque muchos adultos han sido victima de acoso virtual.
Según la Organización de Naciones Unidas – ONU, más del 55 % de los jóvenes latinoamericanos han sido agredidos a través de las redes sociales, pero se estima que puede ser aún mayor el número debido a la cantidad de víctimas que no denuncian tal situación. Una cifra aterradora es que uno de cada seis casos de cyberbullying termina en suicidio.
Dentro de los principales motivos para ser victimas de cyberbullying encontramos los siguientes: orientación sexual, subir fotos intimas a las redes sociales, niños o adolescentes que aparentan fragilidad o con dificultades de aprendizaje, tímidos o estudiosos. En muchos casos la víctima del cyberbullying se escoge de manera arbitraria, puede ser por un corte de cabello, su contextura física, su color de piel, su religión etc.
El Cyberbullying tiene un agravante que lo diferencia del bullying, el anonimato, lo que le da una posición de poder frente a su víctima; muchas veces el agresor se oculta tras una pantalla y no es sólo característico en chicos malos que golpean a los más pequeños en la escuela. Igualmente lo pueden cometer niños con excelentes calificaciones, que no son problemáticos, o aquellos que han sufrido abuso anteriormente y son percibidos como débiles ante sus demás compañeros, pero detrás de un celular o de una computadora, escondidos, pueden adoptar personalidades que sorprenderían a más de uno.
El cyberacosador tiene características de sociópata porque disfruta con el sufrimiento de su víctima, puede planear la agresión y perfeccionar su estrategia y muchos se especializan e inducir al suicidio, generalmente tienen poca supervisión de sus padres y puede tener alguna problemática familiar o personal. También pueden ser personas que tienen pocos amigos y por lo tanto utilizan una computadora o cualquier dispositivo móvil para acosar, intimidar o agredir a otros, incluso, llegan a alterar sus horarios para dormir, pues se desvelan por estar al pendiente de su víctima.
Quienes son victima de cyberacoso se identifican por que se aislan, usan excesivamente las redes sociales o por el contrario el cierre de las mismas. pueden mostrarse misteriosos de la información que publican en las redes, se les ve retraídos, preocupados, bajan el nivel académico y evitan ir al colegio o a eventos sociales, las relaciones sociales se deterioran, y aparecen cuadros de depresión, ansiedad o el insomnio
Los padres y familiares deben estar alerta a estas señales y asumir el reto de aprender a hablar el mismo lenguaje tecnológico, propiciar el dialogo y la comunicación con los hijos para identificar sus problemas, hacer que se sientan escuchados en lugar de juzgados y sin convertirse en su detective, poder hacer de la crianza un amoroso acompañamiento.
Dr Jaime Acosta. Contacto +57 3045660217
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