En el DSM 5 o manual de clasificación de trastornos psicológicos, a la hipocondría se le denomina “ trastorno de ansiedad por enfermedad» y quien lo padece, se caracteriza por la presencia de un elevado nivel de miedo, preocupación y ansiedad ante la creencia o el convencimiento de estar padeciendo una enfermedad médica grave, o bien por la posibilidad de estar contrayéndola. Sin embargo, a pesar de los exámenes no hay una causa médica u orgánica que la explique.
El hipocondríaco sobrevalora en forma exagerada cualquier signo que detecta en su cuerpo como; verrugas, manchas, lunares, pequeñas heridas, tos, latidos del corazón, tics o sensaciones físicas no muy claras. Su preocupación puede disiparse por un momento después de un examen médico que descarta cualquier enfermedad, pero luego persiste en declararse enfermo.
Los componentes esenciales de la hipocondría se pueden dividir en tres tipos:
- Cognitivos: Preocupaciones constantes sobre síntomas, enfermedades y sus consecuencias. Atención excesiva de las funciones del cuerpo y tendencia a verlas como señal de enfermedad. Ignorando los aspectos o síntomas positivos.
- Emocionales: Estrés, Ansiedad. Depresión, tensión, irritabilidad, miedo a enfermar sin ningún soporte médico. Cambios en el estado de ánimo.
- Conductuales: Búsqueda de información sobre enfermedades en diferentes fuentes (internet, otros enfermos, familiares…), la enfermedad es un tema de conversación frecuente con allegados y extraños, manipulación frecuente de diferentes partes del cuerpo para buscar signos y síntomas. Consultador frecuente de los servicios de salud. Conflictos con los médicos por desacuerdos con los diagnósticos, búsqueda de otros especialistas. Disminución actividades saludables y de aquellas que implican responsabilidad social o laboral.
El hipocondríaco es un enfermo incomprendido, porque se le dan explicaciones vagas, por ejemplo se le dice” tú no tienes nada” «estas llamando la atención»; es importante aclarar, que la persona si puede tener los síntomas reales; es decir, el dolor les duele, lo que ocurre es que estos, no tienen un soporte médico, porque su enfermedad no es médica sino psicológica. Se cree erróneamente que cuando se dice que el origen es “psicológico” » se le está diciendo que todo es “puro cuento” o producto de su imaginación. Muchas personas, desconocen que hay síntomas físicos o enfermedades que no tienen una causa orgánica justificada, lo que no significa que no existan. Los procesos psicológicos tienen una realidad total en el cuerpo y el dolor y los síntomas son completamente reales, aunque los procesos que las desencadenan sean psicológicos y no médicos.
Un gran número de profesionales de la salud, obstinada y equivocadamente, siguen tratando al paciente hipocondríaco a nivel médico, aumentando no solo el problema del paciente, sino que este, con el fin de reducir su incertidumbre se convierte en un hiperconsultador o consultador frecuente, congestionando los servicios médicos y generando altos costos al sistema de salud.
Si tienes preocupación constante por estar enfermo y esto no tienen una explicación médica, o no te han dado con el chiste, puede que seas hipocondriaco y tu enfermedad sea psicológica; no sigas buscando el ahogado río arriba; es hora de acudir a un psicólogo experto en el tema. Tu problema tiene solución.
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