Generalmente identificamos los estados emocionales teniendo en cuenta lo que sentimos «me siento triste, me siento alegre, me siento deprimido» etc. Y no tenemos en cuenta lo que pensamos. Desconociendo que son los pensamientos los que generan las emociones y sentimientos y estos a su vez nuestros comportamientos.
Cada pensamiento produce una actividad eléctrica y neuroquímica en el entramado neuronal que termina con una descarga de sustancias llamadas neurotransmisores los cuales son diversos y dependen de lo que cada persona piense o interprete de su realidad o de los diferentes estímulos o fenómenos externos o internos que experimenta.
Lo que para unos es una amenaza o preocupación para otros no. Por lo tanto cada vez que pensamos se activa en el cerebro un cóctel neuroquímico y lo que se descarga depende de si pensamos en positivo o negativo. Por ejemplo. Si tenemos pensamientos de amor se descargan neurotransmisores como la oxitocina y feniletilamina, si son de felicidad serotonina, si son de tranquilidad endorfinas, estresantes cortisol, de tristesa o frustración se bajan los niveles de serotonina , si son de riesgo o de expectativas se descarga dopamina etc. Esto hace que nos sintamos enamorados, tristes, estresados o deprimidos. Estas sustancias se vierten al torrente sanguíneo y son mensajeros químicos que se comunican con los diferentes sistemas de todo el cuerpo. El endocrino, el inmune, el digestivo, el sexual, muscular, reproductivo etc. Incidiendo no solo en nuestras emociones sino en la salud física .
Muchas veces las enfermedades orgánicas son la consecuencia de esos pensamientos automáticos e inconscientes. Equivocadamente tratamos de controlar muchas enfermedades atacando los síntomas con medicamentos olvidándose de las causas psicológicas y lógicamente no se ve la cura lo que hace que estas se vuelvan crónicas .
Sin darnos cuenta las experiencias crean patrones rígidos de pensamientos que van acorde con las creencias, valores y juicios que hemos aprendido y se vuelven tan nocivos como rígidos e inexpugnables. Generalmente los pensamientos negativos nos controlan y sin darnos cuenta y actuamos como autómatas.
Reestructurar las creencias y los pensamientos no es fácil y no se logra con simples consejos u orientación. Sin embargo, la terapia psicológica especializada parte de una evaluación que identifica las experiencias que generaron los impactos emocionales y crearon circuitos neuronales, sistemas de creencias y patrones de pensamiento y mediante técnicas o procedimientos científicos se logra entrenar y reestructurar estos circuitos y cambiar viejos esquemas mentales para que se aprenda a emitir respuestas emocionales adecuadas que incidan en la salud física y posibiliten efrentar los problemas cotidianos de una mejor forma y optimizar la calidad de vida.
Dr Jaime Acosta +573045660217
Pscologia Clínica – Terapia de Parejas – Sexologia. Terapia Psicosomática – Coaching – Trainer en PNL
e Inteligencia Emocional, Entrenamiento Mental