¿El mentiroso nace o se hace?,La mentira es una conducta aprendida por medio de la crianza y por referentes sociales, vemos modelos que son sinónimo de mentira, como es el caso de padres, familiares, figuras de autoridad, algunos políticos o la publicidad engañosa por ejemplo; Cuando esos referentes logran objetivos mediante la mentira, las personas que no tienen la honestidad como valor fundamental, terminan incorporando la mentira a su estilo de vida para lograr sus propósitos y la vuelven una conducta normal,
¿Por que miente un mentiroso?, todos hemos mentido alguna vez. Sin embargo decir mentiras en forma habitual se llama mitomanía y se caracteriza por una necesidad incontrolable de mentir frente a cualquier situación falseando la realidad sin medir consecuencias. El mentiroso miente por varias razones. Por obtener lo que desea, para no hacer daño a alguien, por temor a ser juzgado o castigado, por la necesidad de sentirse importante, por mostrar una mejor imágen, por ocultar una realidad, para postergar decisiones, por temor al rechazo, poca habilidad para resolver problemas etc.
Hay mentirosos habituales y circunstanciales, los primeros son los que convierten la mentira en una patología y no pueden desligarla de su estilo de vida y los segundos lo hacen en una situación específica y/o eventual, la reconocen, piden disculpas y la corrigen.
¿Qué pasa en el cerebro de un mentiroso?, Cuando la mentira es repetitiva y da resultado, se convierte en un hábito, el cerebro crea rutas neuronales que se convierten en atajos cognitivos o heurísticos que lo llevan hacer una economía cognitiva en el procesamiento de la información y búsqueda de soluciones con el menor esfuerzo; es decir, se vuelve perezoso y utiliza repertorios conductuales ya aprendidos que de una u otra forma generaron algún tipo de ganancia emocional como por ejemplo salir de una situación difícil, lo que hace que priorice las mentiras por encima de otros valores.
El mentir frecuentemente, crea una habituación en el cerebro; en razón a que de tanto decir mentiras la amígdala ubicada en el sistema límbico o cerebro emocional se desensibiliza y deja de reaccionar por lo que la mentira no le genera ninguna emoción reduciendo el temor a las consecuencias y en muchos casos las ganancias emocionales que le produce la mentira son mayores al malestar emocional que podrías tener como consecuencia de las mismas.
El cerebro del mentiroso, necesita de mayor capacidad de memoria y frialdad, el psicólogo Dan Ariely quien se ha dedicado a estudiar «la ciencia del engaño» descubrió en sus experimentos, que el cerebro crea más conexiones neuronales en el área prefrontal o centro donde se planean y toman las decisiones, lo que permite al mentiroso haga más asociaciones y que elabore y le dé más consistencia a sus mentiras para no ser descubierto.
El mentiroso no cambia con consejos. porque prioriza las ganancias temporales que las consecuencias a largo plazo, Los cambios pueden lograrse mediante terapia psicológica especializada, utilizando técnicas que lleven a sensibilizar la amígdala cerebral, reestructurar valores y se creen nuevos árboles neuronales que a la vez generen repertorios cognitivos, emocionales y conductuales diferentes para afrontar situaciones de otra forma y sustituir el hábito de decir mentira por hábitos de honestidad y pueda comprender que decir la verdad también paga.
Dr Jaime Acosta – Contacto +57 3045660217
Psicología Clínica, Terapia de Parejas, Sexología , Adicciones, Trainer en PNL e Inteligencia Emocional – , Coaching , Entrenamiento Mental